Las redes sociales nos dan la posibilidad de interactuar con otras personas, aunque no las conozcamos.

Basándose en un sistema que se va construyendo con lo que cada usuario aporta, el darse de alta o registrarse en cualquier sitio web, deja huella en el internet.

Debemos tener en cuenta el cuan influyentes e importantes son las redes sociales hoy en día, el impacto que tienen y cómo es que logran mover masas desde el simple hecho de crearse un perfil.

La salud mental y el mundo digital en muchas ocasiones no van de la mano, ya que, los jóvenes son responsables por querer tener una vida perfecta y el cuerpo perfecto a causa de los influencers y no está mal, lo malo es permitir ignorar la realidad.

En el mundo digital parece que todo es color de rosa, además de ser considerados medios informativos o memes,  por otro lado también pueden sufrir ataques informáticos hablando especificamente de empresas donde puede pasar que sufran algún ataque a su sitio web.

No por ser una empresa y sumergirte en el mundo de las redes sociales se logrará tener éxito fácil y rápido, todo es un proceso el cual lleva paciencia, teniendo en cuenta lo bueno y malo.

Tenemos que ser conscientes que desde el momento que estamos en redes sociales nuestra marca o perfil puede sufrir ataques de diferentes tipos, trolls, que intenten desprestigiar a nuestro negocio mediante testimonios falsos, o los típicos hackers los cuales manipulen tu perfil personal.

Por lo tanto, no sólo nos enfrentamos a una posible crisis, sino que además tendremos que gestionar y defendernos ante los trolls/hackers.

De esta manera tenemos que estar siempre pendientes de nuestra comunidad gracias a las estadísticas que nos ofrece cada plataforma en las que podemos extraer mucha información, desde el alcance, interactividad y seguidores.

A forma de consejo, recuerda que no importa si tu perfil es empresarial o personal, siempre debemos estar al pendiente de nuestros amigos/seguidores, para evitar una crisis donde el perfil será muy difícil de recuperar.

Escrito por: Christian Escalante